Las grandes canciones del AOR

. 27/2/08

El AOR (Adult Oriented Rock) es probablemente uno de los géneros músicales más infravalorados de la historia. Y es, paradójicamente, uno de los movimientos que mejores canciones ha dado. Surgido a mediados de los setenta, encontró su propia identidad: con sus temazos de 4 minutos rompió con el rock somnoliento de los progresivos, sorteó el punk, saltó por encima de la new wave y sobrevivió al pop de sintetizadores y hombreras de los ochenta.

Llegué al AOR supongo que hacia 1984. Venía del heavy (Maiden, Priest, Kiss, AC/DC), y los teclados de Van Halen en 'Jump' y Bon Jovi en 'Runaway' me deslumbraron. Era algo nuevo: era rock duro, ¡pero con teclados! Sonaba potente, pero melódico. Pronto descubrí que unos y otros estaban simplemente asumiendo lo que otros grupos menos conocidos llevaban experimentando hacía tiempo.

Grandes canciones, sí. Algunas de las que aquí propongo sonaron en el cine (Survivor, John Parr, Starship), y otras eran tan demoledoras que funcionaban hasta cantadas por Mariah Carey ('Open arms', de Journey). Muchas son rotundas baladas de esas que ya no se hacen (como 'Babe', de Styx, o 'I don't want to know...' de Foreigner). Otra cosa en común: estos tipos sabían tocar (Toto están detrás de muchas sesiones de los ochenta, incluido el Thriller de Michael Jackson). ¡Y qué decir de esos cantantes!: Steve Perry (Journey) tiene una de las gargantas más prodigiosas y distintivas de todos los tiempos. A continuación les presento una selección de las que, a mi parecer, son algunas de las mejores canciones de AOR:

Blue Öyster Cult, '(Don't fear) the reaper'.
Blue Öyster Cult, 'Burnin´for you'.
Boston, 'More than a feeling'.
Boston, 'Don't look back'.
Cheap Trick, 'I want you to want me' (en directo).
Foreigner, 'Cold as ice'.
Foreigner, 'Double vision'.
Foreigner, 'I want to know what love is'.
Foreigner, 'Urgent'.
Heart, 'Alone'
Heart, 'All I wanna do is make love to you'.
Heart, 'What about love'.
John Parr, 'St. Elmo's fire'.
John Waite, 'Missing you'.
Journey, 'Don't stop believin''.
Journey, 'Who's crying now'.
Journey, 'Open arms'.
Loverboy, 'Working for the weekend'.
Mr. Mister, 'Kylie'.
Mr. Mister, 'Broken wings'.
Quarterflash, 'Harden my heart'.
REO Speedwagon, 'Keep on loving you'.
REO Speedwagon, 'Can't fight this feelin''.
Rush, 'Spirit of radio'.
Starship, 'Nothing's gonna stop us now'.
Styx, 'Babe'.
Survivor, 'Eye of the tiger'.
Survivor, 'I can't hold you back'.
Survivor, 'Is this love?'.
Survivor, 'Burning heart'.
Toto, 'Africa'.
Toto, 'Hold the line'.
Toto, 'Rosanna'.
Toto, 'Stranger in town'.

Getafe 'mon amour'

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El pasado domingo el Getafe C. F. escribió una de las más gloriosas y hermosas páginas en el libro del antimadridismo. Desde entonces vivo sumido en un relajado gozo. El Getafe no sólo venció al Madrid en el Bernabéu y le puso a tiro del Barcelona: lo ridiculizó. Para que el As titulase "Pardillos" (sobre una foto de varios jugadores del Madrid con cara de susto) ya tuvo que ser fuerte la cosa.

Ay, qué alegría más grande.

medraBardem

. 25/2/08

Si vas a un restaurante del que no tienes referencias y no te gusta la comida, te sientes decepcionado. Si vas a un restaurante del que todo el mundo habla maravillas, con una estrella Michelin, y no te gusta la comida, te sientes estafado.

Así me sentí yo después de ver hace unas semanas la aclamada y premiada No es país para viejos.

La película es insoportablemente aburrida. Se hace larga, aunque en realidad no lo es tanto. El argumento es débil, intrascendente. El título no tiene ni pies ni cabeza, ni relación alguna con la historia. El truco indie de alargar las secuencias a base de silencios (dejando que se oiga el típico tic tac del reloj de pared o el ruido del viento) para conseguir tensión está ya muy visto. Los personajes están trillados. Es una película de 'Estrenos TV'. Como esos telefilmes que echan en Antena 3 los domingos por la tarde.

Javier Bardem está plano, con un único registro (cierto que es lo que pide el personaje, pero por eso mismo no es un papel de pasar a la posteridad). Dice cuatro frases en toda la película. Está correcto, sin más.

No es cosa mía: las caras y comentarios de la gente a la salida del cine expresaban "menudo bodrio". Pero ¿quién es el guapo que lo dice en público, cuando la opinión mayoritaria y correcta es la contraria?

Nos han vendido que es la-película-que-hay-que-ver. Y es la película que es mejor no ver.

Sinceramente, me gustaría que alguno de esos especialistas en el séptimo ¿arte? me explicara qué tiene de magnífica y especial está película. ¿La fotografía? ¿El montaje? ¿Peluquería y maquillaje? Hmm, puede que sí: ese peinado sí que es digno de pasar a la historia del cine. ¿Tal vez la (inexistente) música de fondo?

Cuando en la NBA y en los Oscar tiran tanto de europeos, es que todo se debe a una corriente específica que responde a algo.

Por cierto, el único Coen que merece todo mi respeto es Leonard (aunque sea con h intercalada).

Algunas de mis pelis favoritas

. 11/2/08

Aun a riesgo de que esto desacredite mi opinión en el post anterior, me apetece enumerar algunas de mis películas favoritas (en orden aleatorio):

- Aterriza como puedas. Humor disparatado sin tregua. Frases que ya forman parte de nuestro vocabulario cotidiano, como "Elegí un mal día para dejar de fumar". La segunda parte también es buena, pero la primera es imbatible.

- Jo, que noche. He tardado años en encontrarla en DVD, y eso que es de Scorsese. Divertida y claustrofóbica al mismo tiempo.

- La última noche de Boris Gruschenko. Podría elegir igualmente Bananas, o cualquier otra de la etapa cómica de Woody Allen. Llegué a tragarme tres del tirón en aquellas sesiones continuas del cine Infante.

- Atrapado en el tiempo. Más conocida como "la del día de la marmota". Otra frase que ha traspasado la pantalla. Impresionante Bill Murray.

- Lost in translation. También con Bill Murray. Es súper real: a eso me refiero cuando digo que me gustan las películas en las que uno podría ser el protagonista. Dan ganas de ir a Japón. El descubriemiento de Scarlett Johansson.

- Top secret. En la línea de Aterriza. Desparrame de humor absurdo. Momento memorable: cuando los miembros de la resistencia francesa pronuncian sus nombres: Croassant, Souflé, Rococó y Café Au Lait.

- Supersalidos. Mi última favorita. Es humor del más grueso que se pueda imaginar, llevado a tal extremo que termina siendo humor inocente. Los personajes son geniales: McLovin es ya un clásico del cine.

- Cuando Harry encontró a Sally. Aunque no es de Woody Allen, podría serlo. Te hace gracia, pero plantea un tema serio: ¿chicos y chicas pueden ser sólo amigos? No me canso de verla.

- Antes del amanecer. La romántica. Me gustan algunas de estas pelis románticas. En ésta el americano mochilero conoce a francesita en Interrail, se bajan juntos en Viena y surge el flechazo. Pero tienen que seguir con sus caminos distintos.

Continuará...

No me gusta el cine español

. 4/2/08

Una aclaración previa: por “cine español” no entiendo “cine hecho en España”. Para mí, el cine español es un género. Hay películas hechas en España que no son “cine español” (por desgracia, muy pocas). Sí, el cine español es un género. Puedes ir a ver una de terror, un western, una peli romántica o una de “cine español”.

Me temo que en esto no soy el único: somos mayoría. A la mayoría de los españoles no nos gusta el cine español, vaya por Dios. El gran problema del cine español es que no es entretenimiento. A diferencia de otros países (más desarrollados en este terreno), en España no existe una industria del cine bien estructurada, con guionistas que se rompen los cuernos escribiendo una buena historia que, más tarde, un realizador graba con una cámara. En España se hace cine de autor: el director es el genio absoluto, el artista supremo; él se lo guisa y se lo come. Rueda sobre lo que le interesa a él, no pensando en lo que puede interesar al espectador. Sólo le interesa, a priori, a un tío. Es minoritario por definición.

En el cine español son piña. Es un clan, una secta. Están los punks, los heavies, los pijos y los del cine español. Tienen su propia estética, que consiste esencialmente en ponerse una chaqueta de pana en la gran fiesta del “cine español” (tan deficitaria de iconos e imaginación que tiene el nombre de un pintor). Estética propia y ética propia. Por eso los que estamos fuera no entendemos su trabajo.

Aun así, reciben subvenciones. Yo, a mi pesar, los patrocino. De nada, señores, sigan así.

En este género que es el “cine español” hay tres subgéneros: el drama rural (donde salen vacas y muchos tipos con boina), la historia de extrarradio (rodada, generalmente, por directores que no han salido del barrio de Salamanca) y la guerra civil. Ninguno de estos subgéneros me interesa. Paso olímpicamente de las vacas, los yonquis y los falangistas. Les propongo un juego: si se cruzan con algún apóstol del “cine español”, díganle que se hacen demasiadas películas sobre la guerra civil. “¡No tantas!”, refunfuñará. Hombre, claro, películas “bélicas” no hay muchas, la verdad… Pero del resto…

Yo soy un tipo cuarentón que vive en la ciudad. Lo siento, me gustan las historias en las que yo podría ser el protagonista. A principios de los ochenta se hacía lo que llamaban la “comedia madrileña”. Ahora suena ridículo sólo mencionarla, pero en su día era lo más. Ese Óscar Ladoire, ese Antonio Resines, ese Juanjo Puigcorbé… ¿Qué pasó con? En su día se decía que eran grandes actores, ¿es que ya no lo son? El cine español es, además, cruel y contradictorio. Las películas hoy ensalzadas serán recordadas con vergüenza dentro de diez años.

Hay otra razón por la que no me gusta el cine español. Tiene cierto tufo xenófobo (…quién se lo iba a decir). Eso de “Vea usted cine español antes que el americano, el inglés, el francés o el afgano” no me gusta nada. Humm. Es como decir, “contrate usted a un trabajador español antes que a uno extranjero”. El cine español es el único terreno donde está bien visto el patriotismo. Si lo piensan, es de las pocas actividades donde se usa con todas sus letras y vocalizando a pleno pulmón el gentilicio de “español”. Perdonen, hay que contratar al mejor trabajador, sea español o de Senegal. Lo mismo con el cine.

Los españoles somos mejores, más listos. Hace tiempo pasaron por la tele un reportaje sobre cómo se hacían los trailers de las películas. Los cerebritos que se encargaban de ese trabajo afirmaban, sin contemplaciones, que en los trailers del cine español no hacía falta una voz en off, pero en las pelis americanas sí porque el público americano es más tonto. Olé. Pa qué andarnos con eufemismos. El público americano es más tonto que el español. De juzgado de guardia: ¿qué pasaría si alguien se atreve a decir por televisión que los ecuatorianos son más tontos que los españoles?

De aquí a unos años, les veo sentados en el sofá de Cine de barrio.